LA BODA DEL AÑO JUAN DIEGO FLORES

Fue el acontecimiento mas impresionante del año, como un cuento de hadas sacado del libro de cuentos. Juan Diego Flórez y Julia Trappe se casaron en olor a multitud, pues cientos de personas se instalaron en las inmediaciones de la Plaza de Armas para seguir de cerca las incidencias de la llamada 'boda del año', que se realizó en la Basílica Catedral de Lima. Uno a uno fueron llegando los invitados a la Iglesia Mayor que, después de 59 años, abrió nuevamente sus puertas para casar al tenor y su novia.
A las 4:50, el novio hizo su arribo a bordo de un Mercedes negro. Juan Diego llegó en compañía de su madre María Teresa, quien fue la madrina de la boda. Apenas el tenor bajó del automóvil, la gente le demostró su cariño con gritos y carteles que decían 'Juan Diego, te queremos', 'Felicidades, Juan Diego' y 'Vales un Perú'. Él sonreía, se le notaba tímido y sorprendido. Seguramente, no esperaba tanto calor humano. Pero, sin duda, la más esperada de la tarde fue la novia Julia Trappe, quien llegó a la Catedral de Lima a las 5:12 p.m. a bordo de un Cadillac blanco, de los años 60. Julia lució un hermoso vestido de novia, un corsé blanco con incrustaciones de diamantes y la parte de abajo era vaporosa y parecía que flotaba cuando caminaba.
Durante la ceremonia, mientras se escuchaban los acordes de la 'Misa en do Mayor de Beethoven', Juan Diego cerró sus ojos, como si recordara que fue la misma que interpretó y marcó su debut como solista en la Basílica Catedral de Huamanga (Ayacucho) y que, precisamente, se la cantó al Cardenal Juan Luis Cipriani, encargado de casarlos. En un momento, los nervios traicionaron al novio, pues cuando recitó sus votos matrimoniales dijo: "Yo, Juan Diego...", se quedó en blanco y fue Julia, quien lo ayudó, susurrándole lo que se había olvidado. El cardenal Cipriani, durante la Homilía, les dijo que 'hay que creer en el amor y tener fe y esperanza en el sacramento'. Debido a la presencia de los invitados extranjeros, las lecturas se leyeron en español, inglés, italiano y alemán.
Una vez concluida la ceremonia y declarados marido y mujer, Juan Diego y Julia iniciaron su salida de la Basílica Catedral, mientras el Coro Nacional y la orquesta interpretaron la 'Marcha nupcial' de Federico Mendelssohn. A su salida los esperaba la multitud, que gritó a la pareja 'beso, beso, beso'. Luego, acompañados de sus invitados y en medio de miles de curiosos, iniciaron su recorrido hasta el Palacio Municipal, donde se realizó el tradicional 'saludo a los novios'. Ahí fueron recibidos por el alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, posteriormente se dirigieron al Salón Dorado, donde los esperaba el presidente Alan García y su esposa Pilar Nores. " Los felicito, se ven muy felices", les dijo el Presidente, mientras saludaba a los flamantes novios. Luego, agregó, 'Qué bonitos sus anillos, están bien gruesos'. "Sí, está un poco grueso para mí", le respondió el tenor, quien, además, agregó que se sentía emocionado por el cariño del pueblo. "Estoy feliz y emocionado. No me esperaba tanto cariño de la gente al salir de la Catedral", dijo.
Después de recibir el saludo de sus invitados, la pareja de esposos se trasladó al Museo de Osma, en Barranco, donde se realizó la fiesta. Ahí, los 800 invitados, entre nacionales y extranjeros, disfrutaron de un bufé criollo, que fue preparado por la chef Marissa Guiulfo. Juan Diego y Julia recién tendrán su luna de miel en agosto.